Los libros que permanecen

Como una persona que ha hecho muchas mudanzas, sé que en cada mudanza uno suelta lastre, y se va quedando con menos cosas a mover (hasta la siguiente). Hace años que tengo la colección grande de libros de baduk en casa de mis padres, pero poco a poco voy trayendo libros a mi actual casa.

Esta es la actual estantería con libros de baduk:

Me resulta interesante comprobar que todos son en coreano, excepto dos libros de «Go para principiantes» que conservo solamente por un valor sentimental (fui partícipe de su creación). En casa de mis padres sigo conservando montones de libros en inglés: los típicos de Kiseido, pero también libros de algunas editoriales coreanas que probaron el bilingüismo (coreano – inglés).

Si me obligaran a elegir, quizás solo me quedaría con la colección de libros grises de la izquierda, que son libros de problemas temáticos (de apertura, de haengma, de vida y muerte, de final, etc). O quizás los dos volúmenes de 1000 problemas de vida y muerte (a la derecha, con el «1000» en el lomo), una colección buenísima. O quizás (en el centro-derecha) el diccionario de josekis (libro azul) o el diccionario de trampas (con un «08» en el lomo).

El resto de libros, en realidad están ahí porque en algún momento me parecieron interesantes, como los de movimientos mágicos («masul», en coreano). O porque me marcaron, como un libro sobre problemas de esquinas y variaciones.

¿Qué libro elegirías para llevarte a una isla desierta? ¿Cuál te ha impactado más?

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